Hace unos meses la revista The Lancet Neurology publicó un estudio realizado en Barcelona sobre el uso de un extracto de té verde para la mejora de las capacidades intelectuales de las personas con síndrome de Down.
El ensayo clínico tuvo lugar entre los años 2012 y 2014, demostró que, con el uso conjunto del mencionado extracto, así como con un protocolo de estimulación cognitiva, personas tratadas mejoraron su memoria de reconocimiento visual, así como la atención, el autocontrol y el comportamiento adaptativo, y que estos cambios estaban relacionados con cambios biológicos en las conexiones del cerebro.
Toda una buena noticia, dado que el sindrome de Down siempre se ha considerado intratable.