Continuamos con más recetas de té frio. Hasta la fecha hemos disfrutado recetas de té frio con té verde, blanco, negro y pu erh, dejándonos el té oolong para el final (a excepción del rooibos).
De hecho, el té oolong frio sin nada más está realmente bueno, pero vamos a preparar una receta que va muy bien como sobremesa después de una comida pesada, para favorecer la digestión de una manera agradable. Quizás esta receta de té oolong con canela, miel y gengibre es la más complicada de las que hemos visto, aunque tampoco mucho. ¡¡Vamos allá!
Ingredientes
Té oolong
Gengibre (unas 5-6 rodajas)
Canela (en rama o en polvo)
Miel
Preparación
Cortamos el gengibre en rodaja y lo limpiamos. Ponemos a hervir el gengibre con la canela en un litro aproximadamente.
Por otro lado ponemos unas 4 cucharadas de té oolong en una jarra de la misma capacidad (1 litro perfecto). Para esta receta el té oolong Tie Guan Yin es perfecto, aunque con Ali Shan de Taiwan también queda muy bien.
Tras hervir el agua con el gengibre y la canela durante unos 20-25 minutos, aprovecahmos el agua para hacer la infusión directamente en la jarra con el té oolong. Se recomienda utilizar un colador, aunque no es imprescindible.
Una vez hecha la infusión, añadimos la miel, removemos la infusión bien y lo dejamos enfriar en la nevera. Se puede servir frio, ya sea con hielo picado o en cubitos.
Esta infusión de té oolong fria es perfecta para una sobremesa, después de una comida abundante. El gengibre lo hace 100% digestivo. mientras que la miel y la canela dejan un sabor de boca perfecto.