El té blanco es un té ligeramente oxidado cultivado y cosechado principalmente en China, sobre todo en la provincia de Fujian y Zhejiang.
Esta variedad proviene de los brotes y las hojas de la planta Camellia sinensis china. Las hojas y los brotes se dejan marchitar a la luz solar natural antes de que se procesen ligeramente para evitar la oxidación.
El nombre de “té blanco” proviene de los pequeños filos de color blanco plateado que se encuentran en las flores sin abrir en la planta del té, que le da a ésta una apariencia blanquecina.El color de esta bebida no es ni blanco ni incoloro, sino más bien amarillo pálido.
Aquí tienes un resumen de algunos de sus beneficios:
– Su alta capacidad antioxidante debido a su alta concentración de polifenoles, tres veces mayor que la del té verde.
– Ayuda a mejorar las defensas y colabora combatiendo los radicales libres.
– Protege contra las caries dentales por su alto componente de flúor.
– Combate la fatiga física y mental, aumenta la capacidad de concentración y memoria.
– Ideal en dietas ya que no tiene calorías.
– Aumenta la energía.
– Suavemente diurético.
– Favorece la eliminación de grasas.
– Es un buen aliado ante enfermedades cardiovasculares ya que baja los niveles de colesterol “malo” (LDL) y triglicéridos.
– Y además, contiene la mitad de cafeína que el té verde, por lo que se recomienda para personas con problemas nerviosos.